Me como la vida

¿¿ HAMBRE O ANSIEDAD ??

Supongo que todo el mundo pasa por momentos en los que come, aun sin hambre, pero los que tenemos problemas para controlar lo que comemos, lo hacemos de manera compulsiva.

¿Tú no comes cuando te pones nervioso? ¿ Y cuándo estás enfadado? yo sí. Pero sobre todo como cuando estoy frustrada. Lo pago comiendo y es un acto masoquista porque me estoy haciendo daño en lo más hondo de mi ser. Porque yo me odio cuando como sin control. Saber que no soy capaz de controlar esa compulsión me pone enferma. Me siento muy débil. ¿ Y tú, como te sientes?

Bueno, supongo que alguna semejanza tendrás conmigo en este tema. Según lo que he podido comprobar a lo largo del tiempo que llevo colaborando con otras personas que sufren desordenes alimenticios, es un sentimiento que se repite en una gran mayoría. (No hablo de datos científicamente probados, pero sí de lo que he constatado durante todos estos años de trabajo).

¿Por qué nos da por comer cuando tenemos un desequilibrio nervioso?

EL cuerpo nos pide estabilidad, equilibrio emocional. Pero las personas con problemas relacionados con la comida, usamos la ingesta excesiva o, al contrario, la ausencia de comida como método para sentir que tenemos las cosas bajo control. Ese habito nos produce una sensación de control momentáneo de las emociones, que mas tarde degenera en un desequilibrio tremendo. Nos desestabiliza y el circulo continua, obligándonos a comer para controlar emociones que se descontrolan por la comida….

Una persona sin este tipo de desorden, tendría una estrategia que le ayudase a estabilizarse de dentro a fuera. Nosotros decidimos controlar el entorno – la comida –  para sentirnos en equilibrio. ¡¡¡ CRASO ERROR !!!

Nos sentimos fatal después de comer cosas “prohibidas” nos sentimos responsables, culpables y nos autocriticamos. El círculo vicioso se retroalimenta, porque nuestra ansiedad crece y con ella nuestras ganas de comer fuera de horas. No sabemos salir del bucle que nos crea esta versión tan peculiar de la realidad, en la que si nos centramos en la comida, todo volverá a su sitio. La ansiedad, la depresión, la tristeza, la frustración, el dolor, TODO LO MALO DESAPARECERÁ COMIENDO SIN CONTROL.

¡PUES NO SEÑORES! eso no pasa nunca. Sólo empeora la situación.

¿Cómo podemos detectar el inicio de esta crisis y frenarlo antes de pegarnos un atracón o comer cosas inadecuadas?

Cuando somos conscientes de nuestro estado emocional, podemos controlar el “hambre emocional”.

1 Consejo: Ve al psicólogo. Lógicamente de todos los consejos que pueda daros, el más importante es que vayáis al psicólogo, para que os de las pautas adecuadas. Yo sin ir más lejos, voy una vez al mes a mi psicóloga y tratamos todo lo que me altera y me desestabiliza. Tras un par de años de atención y control, puedo decir que las cosas comienzan a estar en su lugar.

Lo dicho, un buen terapeuta hace maravillas. Nos enseña a vivir con nuestro cuerpo y a aceptar nuestro YO (esa parte de nosotros que rechazamos sistemáticamente, porque no es suficientemente buena para los que nos rodean). ¡OLE NOSOTROS!, si señor. No nos damos cuenta de que no somos los únicos seres humanos con defectos. Como si todos los demás fueran perfectos…. Pues va a ser que estamos equivocados otra vez. Ni el resto de la humanidad es perfecta, ni nosotros debemos dar explicaciones a nadie. Somos quienes somos y tenemos que aceptarnos y querernos.  Nuestro especialista debe ayudarnos en este punto, que en mi opinión es el origen del problema.

2 Consejo: Pinta, dibuja, escribe, baila o escucha música. Lo importante es dedicar tiempo a uno mismo, más allá de las cosas cotidianas. Pintar y escribir son actividades importantes porque nos ayudan a conocernos, desde lo más interno y escondido de nuestras almas. La música, sea cantada, escuchada o bailada, nos genera una cantidad enorme de endorfinas que nos hace sentir superbien y nos deja de buen animo para el resto del día.

No todos tenemos hábito o maña para escribir o pintar, pero todos tenemos esos hobbies que nos alejan del mundo y nos hacen tener una esfera aparte, para nosotros mismos. Esos hobbies pueden causar el mismo efecto de placer infinito que el deporte y nos alejan de la compulsión por la comida.

Deja a tu cerebro ser creativo. Te lo agradecerá. Se libera mucho estrés creando e inventando. Es como volver a la niñez.

3 Consejo: Realiza técnicas de relajación. Es importante encontrar dos huecos en nuestra jornada “maratoniana”, para respirar hondo y dedicar unos momentos a nosotros mismos, en un lugar cómodo y relajado. Es un momento de introspección en el que pensaremos en nuestras emociones, sentimientos y pensamientos. Esa toma de conciencia personal nos ayuda a reconocer los estados de alteración emocional. En nuestra sociedad ya no se dedica tiempo a uno mismo. Tenemos vidas saturadas de cosas de otros, pero no tenemos tiempo para nosotros. Este momento de toma de contacto con nuestro espíritu, puede alcanzarse haciendo técnicas de relajación que podréis encontrar en Internet sin problemas.

4 Consejo: Haz deporte. No te digo de que clase. Cada uno tiene sus preferencias. Hablo con personas que me dicen que el gimnasio les agobia y necesitan salir a hacer senderismo, otros prefieren salir a correr o hacer fútbol. Aquí el caso no está en lo que elijas, sino en que te decidas y realices ejercicio físico, porque la cantidad de endorfinas que genera es muy alta y nos ayuda a equilibrarnos emocionalmente.  Cualquiera que haga deporte puede asegurarnos a todos, que hacer actividades deportivas les hace sentir más seguros y mejor consigo mismos. Así pues hagamos deporte. Podemos buscar el que mejor se adapte a nuestro carácter, porque hay muchos tipos de ejercicio físico y seguro que hay uno que encaje con nuestros gustos. (yo soy “facilona”, me gustan casi todos).

5 Consejo: Otra cosa muy importante es mejorar nuestra relación con nosotros. Después de una vida entera dedicándonos al resto del mundo, ha llegado la hora de aprender a aceptarnos, a querernos y a respetarnos. Tenemos que aprender a ver las cosas buenas, porque hasta ahora ya nos ha quedado claro cuales son nuestros defectos.

Hay quienes aconsejan que escribamos cosas buenas sobre nosotros, pero yo pienso que eso lo hacemos unos cuantos que amamos el lápiz y el papel, pero la mayoría de las personas no se sienten cómodos delante de una hoja en blanco pensando en que poner de si mismos en positivo y con un razonamiento lógico (así es como lo aconsejan los psicólogos), pero todo el mundo tiene a mano un espejo donde mirarse y repetirse de manera consistente y muy clara, cuanto valemos y que nos merecemos respetarnos. Porque toda la vida nos hemos despreciado (yo al menos he vivido ese odio a mi misma toda la vida). Es el momento de sentirnos especiales. ¿Quieres ser un unicornio, único y especial? Yo empiezo a serlo, poco a poco. Tu puedes llegar a conseguirlo.

Ya os he comentado antes que me parece muy importante dedicar tiempo a nuestras actividades de ocio favoritas, porque el ocio nos aleja de la comida y nos hace rebajar el nivel de ansiedad.

Siempre que investigo, para poneros al corriente de cualquier tema, me enfrento con frases incomprensibles y peticiones imposibles. En este caso no vamos a pedir peras al olmo. (Nada de dedicar una hora y un espacio fijo para mí cada día). Llevamos toda la vida dedicándonos a otros y, ahora, dedicar tiempo a nosotros se puede hacer muy complicado, pero debemos intentarlo y donde al principio solo sean un par de minutos, en unas semanas sera nuestro rato de relax y no permitiremos que nos lo arrebaten.

6 Consejo: Darnos pequeños caprichos que no nos dañen. Hay cosas que nos hacen sentir especialmente bien. Salir con amigos, ir a la playa, al río, a la montaña o de museos, si es lo que nos apetece. El caso es que cuanto más tiempo dediquemos a hacernos felices, menos esfuerzo tendremos que hacer por controlar la ansiedad. Porque la ansiedad crece de manera proporcional a nuestra tristeza.

Tras estos consejos sobre nuestra forma de encarar la vida, tenemos que saber que la ansiedad no es un capricho de nadie, es una enfermedad que debe ser tratada y controlada por expertos en psicología. Pero a demás de está aclaración si vamos siendo un poco mas felices cada día, mejor será nuestra evolución.

Tómate una pastilla de felicidad, no tienen contra-indicaciones y son muy buenas para nuestra salud.

¡SER FELIZ CURA LA ANSIEDAD!

 

 

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