La Batalla con la Báscula

¡SOMOS ESCLAVOS DE LA BASCULA!

Hablemos de algo que me preocupa realmente: ¿Qué significa la BÁSCULA en nuestra vida? ¿Cómo un instrumento para nuestro uso y disfrute se convierte, de la noche a la mañana, en nuestro peor enemigo? ¿Por qué tenemos que vivir con miedo al número que marcará cuando pongamos los pies encima? ¿Quién nos ha dicho que es la única manera de medir nuestro avance en la lucha contra los desordenes alimenticios?

Bueno, pues para despejar todas las dudas que me surgen al respecto he investigado lo que dicen los especialistas en nutrición al respecto del control compulsivo de peso. Yo os voy a ir dando mis consejos personales, sobre los distintos aspectos de este problemilla que tenemos todos con la báscula. Recordad que cuando nos pesamos intentamos tener conciencia de nuestra evolución pero también la usamos como “control del descontrol que gobierna nuestras vidas”. Es triste pero muchas veces  nos autocastigamos con el peso, porque hemos sido malos y no hemos seguido las pautas de alimentación. Lo malo de esta conducta es la ansiedad que nos provoca la espera de la mala noticia…

Consejos para alejarnos de la báscula

NO TE PESES TODOS LOS DÍAS: Según los médicos pesarse diariamente aumenta el nivel de estrés y produce desequilibrios emocionales, ya que el peso corporal puede variar de un día a otro, por cosas tan simples como retenciones de líquido, no haber ido al aseo a evacuar, etc. Determinadas personas aceptan bien ese nivel de tensión y prefieren controlarse cada día, pero asumiendo que esos posibles cambios pueden ocurrir. La mayoría de la gente, al primer signo de que ha aumentado el peso, entra en pánico y la ansiedad llega a niveles estratosféricos.

 

NO HAGAS TRAMPA, QUE DA IGUAL: Espero no ser yo la única que cambia de postura, pone el peso sobre una pierna o se pone de puntillas para pesar menos, incluso cambio la báscula de baldosa por si está desequilibrada… 😁 , pues ¡¡¡ASÍ NO!!!. Siempre debemos pesarnos en las mismas condiciones. Y recuerda solo te mientes a ti mismo. No sirve de nada.  😊

Si hacemos las cosas, hemos de hacerlas bien y cuando intentamos llevar un control real sobre nuestra vida y sobre nuestro peso, debemos ser honestos con nosotros. No solo pesarnos siempre en las mismas condiciones, sino apuntar los buenos y los malos resultados. ¿O ninguno de vosotros se ha saltado lo de apuntar en vuestro registro un mal resultado?.

Es cierto que el mal resultado nos afecta, pero cuando respondemos correctamente al estímulo y nos ponemos manos a la obra, para arreglar lo que se nos ha ido de las manos, nos sentimos muy reconfortados. Cuando volvemos a la báscula y el resultado nos dice que hemos hecho un gran trabajo, nos sentimos como héroes (yo por lo menos).

PÉSATE UNA VEZ A LA SEMANA O CADA 15 DÍAS: Los expertos dicen que el pesaje una vez a la semana es correcto, porque nos da una idea más clara sobre la evolución de la dieta. Tenemos la opción de llevar un registro de los pesos y poder ver como ha variado nuestro peso a lo largo del tiempo. Es una estrategia para motivarnos a seguir avanzando. Aun así, si seguimos sintiéndonos demasiado afectados por la cifra del peso, debemos ir a pesarnos solo cuando hagamos visitas al médico.

Las personas que tenemos problemas de peso, vivimos con un miedo eterno a volver a recuperar lo perdido. Si ese miedo nos supera, perdemos el control sobre nuestros actos. Si el resultado del peso pone en riesgo nuestro trabajo, debemos dejarlo de lado.

UTILIZA OTRAS TÉCNICAS DE CONTROL DE TU PESO:  En el cuerpo, no solo es importante la cantidad de peso. Es igual de importante, o más incluso, la cantidad de grasa en relación con el músculo que tenemos o la cantidad de agua acumulada. No podemos pensar que un número en la báscula nos de una idea exacta de nuestro estado. El peso es uno entre muchos métodos de controlar muestro estado físico. Podemos ir viendo nuevas opciones.

Las técnicas que podemos usar son las de medir nuestro contorno y el cálculo del porcentaje de grasa corporal. (Hay calculadoras que lo realizan en Internet).

COMO TE QUEDA LA ROPA ES UNA BUENA MEDIDA DE TU VOLUMEN CORPORAL: También nos da una idea muy clara de nuestro progreso la ropa que llevamos. Aunque la báscula diga que no bajas de peso, si la ropa te queda grande, quiere decir que tu cuerpo está cambiando grasa por masa muscular. Cuando nos ponemos la ropa que hemos usado durante un tiempo y de pronto está holgada, sabemos que hemos bajado algo de peso. Todos nos alegramos e incluso lo comentamos con nuestros personas más cercanos. Es una forma de medir nuestro avance que no nos tiraniza tanto como el peso.

ASUME QUE PESO NO ES LO MISMO QUE COMPOSICIÓN CORPORAL: Dos personas con el mismo peso y altura pueden tener complexiones completamente distintas. Esta es una situación que debemos entender. Ni los huesos de una persona de complexión ancha pesan lo mismo que los de una persona de complexión fina, ni una persona completamente musculada va a tener el mismo volumen que otra que no ha hecho ejercicio en su vida.

Un varón de 90 kg y un metro 70 puede ser un hombre con sobrepeso o un culturista de músculos hiperdesarrollados. Estaremos de acuerdo en que el segundo ejemplo no es un caso de sobrepeso, sino de sobreesfuerzo para esculpir unos músculos, que aportan un excedente de peso sobre la media, pero sin nada de grasa corporal.

NO PERMITAS QUE LA BÁSCULA CONTROLE TU ESTADO DE ÁNIMO: muchas veces el resultado en la báscula nos condiciona. Somos capaces de alterar nuestro estado de ánimo en función a cuanto hemos ganado o perdido ese día. Es una pena destrozar un bonito día con una mala actitud. Así que si el peso modula tu carácter, espacia más los pesajes.

ESCONDE LA BÁSCULA: Si está en un sitio de difícil acceso, por pereza te pesarás menos a menudo. 😁. Eso nos pasa a todos. “Por no sacarla no me peso”, eso lo pienso yo muchas veces. Cuanto más difícil es el acceso, más escusas pone el cerebro para no hacer el esfuerzo. Cuando eso se convierte en norma se nos hace mas fácil asumir que con una vez a la semana o cada quince días es suficiente. Si por ti mismo no puedes hacerlo, puedes pedir a alguien de  casa que te la esconda o simplemente, deshacerte temporalmente de ella e ir a pesarte a la farmacia. Eso se hace mas difícil, primero porque hay que buscar un día para salir en ayunas a la calle siempre a la misma hora, con la misma ropa y en segundo lugar porque cuesta dinero. Yo usaba la visita al endocrino. Durante 3 años que me estuvo llevando el equipo médico de cirugía bariátrica (reducción de estómago) no me pesé ni una vez en casa.

La obsesión con el peso es la  Ruta al Fracaso

Cuando nos obsesionamos por el peso, tendemos a desequilibrar nuestra alimentación. Las personas que toman lo de subirse a la báscula como una rutina, no tienen los mismos problemas para llevar adelante cambios de alimentación duraderos. Cuanto más nos obsesionamos, más condiciona nuestro estado de ánimo y cualquier aumento puntual de peso, nos puede hacer entrar en pánico y caer en el caos alimentario.

Recuerda que eres muy sensible a los cambios de peso y que una “mala noticia” puede romper el frágil equilibrio que te permite llevar adelante tu control de la alimentación…

NO TE JUEGUES TU PROGRESO POR UNA OBSESIÓN

 

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