Divorcios bariátricos o la causa real
Hoy vamos a hablar sobre los divorcios bariátricos o la causa real de estas separaciones.
No se cuantas veces he oído decir que me he divorciado por culpa de la operación.
Es más, en alguna ocasión a mí se me ha escapado. Pero la causa real no es la operación, tiene un fondo mucho más profundo.
¿Cuál será la causa real de nuestro divorcio después de la operación?
Fuente imagen: Divorcios
Divorcios bariátricos o la causa real
Conozco parejas que después de la operación han fortalecido más si cabe su unión. Es muy importante que de verdad haya un lazo sincero.
Pero no todas las parejas con un miembro obeso son tan solidas, en muchas muchas ocasiones solo sujeta la relación la férrea voluntad del obeso por mantenerla viva.
Porque la soledad nos aterra y preferimos una relación precaria que no tener relación (en unos cuantos casos que yo conozco y entre ellos el mío propio).
Tras años de soportar relaciones cogidas con pinzas porque no se sostenían nos vemos en la tesitura de romperla… no es fácil pero sí es necesario
Fuente imagen: El otro lado de la cirugía bariátrica
Hablando en plata
Las relaciones se rompen porque son de cartón piedra, porque las creamos de la nada, no existen en sí mismas.
Estamos con personas que están cómodas a nuestro lado pero no nos aman como merecemos y muchas veces lo sabemos pero no queremos verlo.
Porque verlo sería reconocer que no son de verdad y no queremos eso, queremos que nos quieran y nos valoren…Pero eso no siempre pasa ¿verdad?
Luego llega un día en el que nos empezamos a querer después de la pérdida de peso y empezamos a exigir lo que nos merecemos.
Y la relación se resiente y se va deshaciendo hasta desaparecer, no por la operación, sino porque nunca existió.
En muchos casos la relación ya hace aguas antes de la operación y es el último empujón para que el barco se hunda
Fuente imagen: naufraga barco
Y volver, volver, volver…
Cuando empezamos a respetarnos y valorarnos decidimos volver la vista atrás buscando el amor que se perdió por el camino.
¿Alguno lo ha encontrado? porque yo descubrí que jamás me quisieron de verdad porque fui yo la primera que no se quería.
No puedo pedir a otros lo que no soy capaz de hacer yo misma.
Hoy me doy mi lugar, las personas que no me amaban salieron de mi vida y lo que tengo, creo que es más real.
Nunca sabré si es otra de mis alucinaciones o es una relación “de las buenas” pero ahora exijo el mismo respeto que doy y eso ya es un avance.
Nuestra autoestima crece proporcionalmente al peso que perdemos, ese es el momento en el que las relaciones débiles se tambalean
Fuente imagen: Autoestima
Lo que piensa nuestro compañero
Lo que no paramos a pensar es que quizá nosotros no seamos los únicos implicados en los cambios de vida post-bariátricos.
Las personas que han compartido nuestra vida como obesos al perder peso pueden sentirse inseguros y desconfiar de nosotros.
Los celos se agudizan y las inseguridades afloran por parte de nuestra “media naranja”. Es lo que tiene ponerse guapo.
Es lo que tiene ponerse guapo, pone de los nervios a quienes no confían en sí mismos
Fuente imagen: Aumentar la autoestima
Más vale solos que mal acompañados
Como conclusión a esta elucubración os diré que no somos los responsables de un divorcio por haber perdido peso.
Lo que si es responsabilidad nuestra es haber aguantado un porrón de años con personas que no nos merecían a su lado.
Y que se está genial solo, sobre todo si el que nos acompañaba tiraba hacia abajo de nosotros para que no creciéramos.
Pero para que no os asustéis son más las nuevas relaciones creadas que las antiguas relaciones rotas según los estudios clínicos. 😀
Son más las relaciones que se crean que las que se destruyen… no nos agobiemos.
Fuente imagen: La cirugía bariátrica promueve el fin de la soltería
Fuente portada: Divorcios caen
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