¡Yo quiero ser normal!

¡Yo quiero ser normal!

¡Yo quiero ser normal!

Cada día de mi vida he tenido un deseo muy marcado y sencillo ¡yo quiero ser normal! y todos pensarán pero si tú eres normal…

Pero no, no se es normal desde la perspectiva de un obeso que lo es aunque su báscula diga que tiene normopeso.

Es muy duro para todos encajar en la “normalidad” social existente, con los cánones de belleza actuales.

¡Yo quiero ser normal!

A esta dificultad que afecta a todo el mundo, le tenemos que añadir, el “terror obeso”.

Es una clase de miedo que muchos obesos sentimos a no ser aceptados si no somos como el resto.

Reconozco que cuando era obesa mórbida extrema yo tenía dismorfia corporal y eso no era un sentimiento afincado en mi alma.

Solo sentía esa necesidad cuando me miraba en los ojos del mundo, porque me sentía normal. Hoy todo ha cambiado.

Feria

Las miradas del mundo sobre un obeso mórbido le hacen sentir un bicho raro – por lo menos ese era mi caso.

Fuente imagen: Monstruos de feria

 

Encajando en un rol

Este artículo no habla de ciencia, ni de experiencias médicas, solo son las vivencias de alguien que como muchos de vosotros es obesa.

Creo que puedo decir que hoy encajo en el parámetro de persona normal, de cara a la palestra.

Cuerpo, con defectos y virtudes pero ninguno tan impactante como para que la gente se de la vuelta a mirarme.

Soy “Normal”, según los nuevos estándares de calidad…Odio esa palabra, porque no soy más normal que cuando tenía 160 kg.

hueso

Los huesos que se marcan y los músculos definidos no son suficiente para que mi mente entienda que ya ha llegado a la meta. La mente no se cura de la obesidad

 

De la obesidad a la “No Normalidad”

Antes de empezar esta parte del artículo he de deciros que no es todo maravilloso tras una reducción bariátrica.

Pero tampoco es terrorífico coger peso después de operarse, solo hay que recordar que ya sabemos como bajar de peso.

También es más sencillo cuando tu estómago es mucho más pequeño.

En esos momentos el éxito depende de hasta donde seamos conscientes de que podemos conseguirlo.

No es fácil pero si es menos difícil que antes de operarnos.

¡Yo quiero ser normal!

¡Yo quiero ser normal!

 

La yo gruesa

Años siendo obesa y sintiendo que encajaba bien en mi mundo, luego salía y la gente que no me conocía me miraba como a una atracción de feria.

Siempre he tenido la suerte de sentirme bien conmigo y cuando hablaba la expresión asombrada de los desconocidos se tornaba en una admirada.

Excuso decir que esta capacidad de expresión siempre me ha dado mucha seguridad en mí misma.

No sentía la presión en mi entorno, porque era admirada por otros méritos que satisfacían -supongo – mi necesidad de reconocimiento (según la escala de necesidades de Maslow).

La problemática del peso ha sido desde muy niña un hecho presente en mi vida y las subidas y bajadas de peso la norma.

¡Yo quiero ser normal!

Esta persona- yo-, el día antes de entrar en el quirófano, era una mujer feliz y se sentía normal, aunque era obesa y los demás no la veían como una persona normal

 

La transmutación

Pasaban los años y los periodos de obesa superaban con mucho a los de normalidad y el problema era más grave cada vez que recuperaba peso.

Yo no sufrí efecto <<yoyo>> lo mio era más un efecto <<montaña rusa>> en el que llegué a mi máximo a los 40 años con 160 kg.

Llevaba desde los 25 años litigando con médicos para operarme porque tenía muy claro que yo sola no lo lograría jamás.

Cada uno se conoce y yo sabía que me podía la adicción al dulce y no iba a dejarlo si no me cerraban la boca.

Por fin, 15 años y 25 médicos más tarde, logré mi objetivo y pasé todo el proceso hasta acabar operada de bypass gástrico.

18 meses

Y 18 meses más tarde, también feliz, había conseguido mi objetivo y pesaba 70 kg

 

La neo-normalidad

Yo no pasé por ansiedad, ni tenía hambre, ni me sentí mal conmigo, no me veía obesa, simplemente era feliz.

18 meses de perdida constante y control riguroso de la alimentación, me llevaron a lograr mi objetivo, de 160 kg a 70 kg y el normopeso en mi haber.

Era Zeus, lo había logrado… no se canta victoria en esta guerra, no siendo obeso, porque todo se revierte a la menor contrariedad.

Pasé 4 años desde mi operación como un “éxito clínico rotundo”, sin coger ni un gramo y con un comportamiento impecable.

¡Yo quiero ser normal!

Aunque haya quedado atrás la mujer que casi no cabía por el pasillo de su casa, en la mente aun hay una parte que sigue sintiéndose así y es esa la parte que hay que sanar

 

Las recaídas

¿Sabéis lo de que los obesos somos como los alcohólicos?, pues es cierto, un día cada vez, no se puede pedir más.

Y cuando bajas la guardia caes y es tan difícil reconocer que estás en el suelo que sigues revolcándote de manera indefinida en el lodo.

4 años más tarde, con una depresión profunda y habiendo tocado fondo del todo, llegué a la conclusión de que ya era suficiente.

¡Yo quiero ser normal!

No me vi, durante 4 años, no vi hacia donde había dirigido mis pasos y necesité una bronca de mi endocrino para entender que había vuelto a caer

 

El vuelo del fénix

En medio de un caos vital considerable me enfrenté a una mujer que después de jugarse la vida en un quirófano había engordado 34 kg.

Para haberme matado a palos, pero regresé, con fuerza y consciente de que SÍ ME PUEDO CAER, pero también ME PUEDO LEVANTAR.

Retorno

Volví a mis 70 kg

 

10 meses más tarde había perdido todo mi exceso de peso y era una loca del fitness, he recaído y engordado por una accidente y por el confinamiento.

Vuelvo a estar en la lucha y perdiendo los 8’5 kg que he recuperado a lo largo de los últimos 9 meses, ya llevo 1 mes y más de 4 kg perdidos.

¡Yo quiero ser normal!

No podemos bajar la guardia, porque coger peso es tan fácil como dejar de tener el control…

 

Pero ¿sabéis qué? HOY NO ME SIENTO NORMAL.

Hoy que el mundo me mira y no ve un monstruo yo no me veo normal, los defectos que me encuentro- aunque no existen – así me hacen sentir.

Hay días que detesto la imagen del espejo, que no me quiero nada, otros que me perdono y hasta me encuentro virtudes.

Normal o no....

Hay días en los que hasta me siento orgullosa de mi trabajo para mejorar mi salud y mi figura,,, esta foto está sacada uno de esos días

 

¡Qué nadie os engañe! ¡Yo quiero ser normal!

Creo que es el grito de guerra de todos nosotros y que nadie os engañe, esto no acaba, pero se controla.

Somos enfermos crónicos ( la mayoría) no es una enfermedad física sino psico-física y el componente psicológico es importante.

Estamos siempre en alerta máxima porque en cualquier momento puede venir el monstruo del descontrol y romper el castillo de naipes sobre el que vivimos.

¡Yo quiero ser normal!

Es una lucha eterna, no es cuestión de ganar la guerra solo de mantenernos en pie durante la batalla

 

Recordad, que es fácil tirarlo pero también ES FÁCIL LEVANTARLO, solo tenemos que creer en nosotros y ponernos la meta clara.

No somos monstruos, somos enfermos, YO SOY NORMAL, aunque no lo vea ni lo sienta y os voy a contar un secreto…

VOSOTROS TAMBIÉN SOIS NORMALES 😀

¡Yo quiero ser normal!

Un poco de humor para terminar un post la mar de serio 😀

Fuente imagen: Lo normal y lo anormal

 

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