Síndrome del obeso

Causas del fracaso bariátrico

Las operaciones de reducción de estómago tienen un alto índice de fracaso. Las personas operadas pierden peso durante un tiempo, pero en muchos casos no alcanzan su objetivo o recuperan peso tras un tiempo de la cirugía.

¿Por qué ocurre?

La operación es un método para apoyar la perdida de peso en obesos mórbidos y en caso de tener problemas metabólicos, puede ayudar a controlarlos. Es una cirugía de alto riesgo, que facilita las acciones que el paciente debe realizar para controlar su peso o sus enfermedades metabólicas, pero no es milagrosa.

Muchas de las personas que inician este proceso, tan complicado, piensan que es un método infalible para perder peso, hagamos lo que hagamos. ESO NO ES CIERTO. Durante algunos meses, comamos lo que comamos, perderemos peso, ya que la operación restringe la cantidad de alimento que entra en el cuerpo y de la misma manera que no podemos comer cantidad, aunque el aporte de calorías no se cuide, realmente entran muy pocas calorías.

Con el tiempo, el estómago adquiere su tamaño adecuado, para mantenernos vivos y saludables. Si en ese momento el paciente no tiene claro que el proceso implica cuidar lo que come, se verá en la báscula. Los periodos de estancamiento se irán haciendo más comunes y más duraderos, hasta que el proceso de pérdida de peso se frene y se empiece a ganar peso nuevamente.

¿Cómo evitar volver a coger peso?

Realmente es sencillo. SÓLO HAY QUE COMER BIEN. No es necesario hacer una dieta rigurosa de por vida, sólo aprender a comer sano. No será un castigo, será una forma de vida.

En todo proceso quirúrgico debería ser obligatorio el tratamiento psicológico asociado. No es fácil salir de los malos hábitos de alimentación. Las personas con sobrepeso tenemos lo que yo determino el “síndrome del obeso”. Tendemos a reparar todo problema con la comida y cuando descubrimos que la operación nos ha “cortado las alas” y no podemos comer, muchos de nosotros caemos en la depresión y la ansiedad.

Los pacientes no se operan convencidos de lo que están haciendo y de como debe cambiar su vida para que la operación sea efectiva. Ése es el gran fallo de la operación, mucho más allá de la efectividad propia de la cirugía. No siempre se logra llegar al peso esperado, pero es muchísimo más complicado cuando comemos mal, a deshoras, en cantidad inadecuada, o con exceso de calorías.

Cuando un enfermo se opera con la mente puesta en cuando podré volver a comer comida basura o a beber bebidas con gas se nos hace imposible alcanzar el nivel de compromiso para iniciar una vida saludable.

No hay tiempo de finalización en este proceso. Siempre viviremos controlando nuestra alimentación y nuestra actividad física y hay que cambiar toda nuestra forma de vida, para que esta operación tenga éxito.

En caso contrario, si dejamos que nos venza el “síndrome del obeso” volveremos al punto de partida… o peor.

NOS OPERAN DEL ESTÓMAGO, EL CAMBIO EN EL CEREBRO ES COSA NUESTRA.

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